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Proyecto de migración en el Porfiriato


Hipotesis:
Durante el Porfiriato como parte de la política migratoria de la época, miles de extranjeros especialmente europeos llegaron a nuestro país. Esto genero tanto una nueva ola de diversidad cultural, como un proceso de despojamiento de tierras a los pobladores originarios.


La dictadura de Porfirio Díaz que abarcó de 1876 a 1910, basada en el lema “orden y progreso”, estaba sustentado por el visible crecimiento económico y en infraestructura que se dio, así como en la unificación de la nación. Sin embargo, la forma en la que  Díaz consiguió mantener el orden fue mediante el uso de la fuerza pública, creando un régimen lleno de represión ideológica.

Otra de las estrategias de Díaz fue usar de diversas formas su relación con el extranjero  para legitimar su gobierno. Al principio de su lucha por el gobierno  se valió del triunfo que tuvo como un destacado militar durante la Intervención Francesa (1862-1867) y así ganar adeptos para su fallido Plan de la Noria, el cual perdió sentido tras la muerte de Benito Juárez en 1872.  A pesar del fracaso de este plan y la victoria de Lerdo de Tejada en las elecciones extraordinarias de 1872,  Porfirio siguió subiendo en la escala política, haciéndose cada vez más popular entre las elites. En 1877 por fin logró conseguir la presidencia de México, derrotando a las fuerzas lerdistas. Ejemplos

Para que el nuevo gobierno fuera reconocido en el extranjero, Díaz se presentaba con una postura nacionalista. Sin embargo fueron los empresarios extranjeros, en especial los ferrocarrileros, quienes ayudaron al gobierno de Díaz a legitimarse en Estados Unidos de América. Estos empresarios abogaron a favor de Díaz, con tal de que sus inversiones en México no se vieran afectadas. Díaz entendió entonces que los inversionistas extranjeros podían ser mejores aliados que los gobiernos extranjeros.  (Jürgen, 1996). Causas

Durante el gobierno de Manual Gonzáles (1880-1884), aliado de Díaz, la estrategia para reforzar la relación entre México y EUA fue apoyar a los  empresarios estadounidenses concediéndoles facilidades sobre las tierras. Así como lo describe Jürgen:

“El Congreso mexicano aprobó un gran número de leyes que enmendaban los códigos coloniales para la agricultura y la minería, declarando el suelo y el subsuelo propiedad de la Nación mexicana. En adelante, los propietarios extranjeros podrían operar sus empresas mineras como dueños y no como meros concesionarios. Una ley de 1883 anuló casi todos los obstáculos que impedían a los extranjeros ser propietarios de tierras”.  Autoridad

                                                                                                                    
Lo que impulsó la llegada de más empresarios extranjeros al territorio nacional. Así, junto con la llegada de las inversiones extranjera, tanto de E.U.A, como de países Europeos como Inglaterra o Francia, la modernización de México comenzó. Esto va ligado a la fascinación del gobierno porfirista y de las clases sociales altas de la época con el extranjero, en especial con sociedad europea, tomándola como modelo de desarrollo y modernidad.

Parte de los anhelos porfiristas se vieron satisfechos  con la creación de un considerable proyecto de inmigración. El fin de este iba más allá de atraer capital europeo,  pues su meta principal era la de atraer trabajadores europeos, tanto obreros como empresarios. Lo que se intentaba era que los inmigrantes aportaran a la sociedad mexicana tanto sus costumbres y cultura  como sus conocimientos de diferentes oficios como el de relojero, sastre, panadero.  Para así impulsar el comercio dentro de las ciudades, al igual que el trabajo agrícola. Tales inmigrantes debían ser adecuados para la elite mexicana, es decir, que su cultura y costumbres fueran compatibles, así como seguir con cierto modelo de superioridad. Por lo que se buscaba gente que estuviera caracterizada por ser blanca, europea y cristiana, claramente se excluía a cualquier inmigrante asiático o africano.

Pero, por qué se buscaban los conocimientos y mano de obra extranjera cuando siempre hemos tenido  los propios. La respuesta la podemos encontrar en el contexto histórico y filosófico de la época. La mayoría de las sociedades del siglo XIX fueron influenciadas por el positivismo.   Esta es una rama de la filosofía, la cual postula que todo conocimiento debe ser sustentado por el método científico. Es decir, todo conocimiento debe estar basado en la experiencia. Su fundador Auguste Comte, habla de tres diferentes estadios por los que pasa la sociedad par su pleno desarrollo. Estos son el estadio Teológico, se da en las sociedades primitivas y se basa en el entendimiento  del mundo a partir de la ficción mediante mitos o leyendas, el segundo es el Metafísico, en este a pesar de la existencia creencias abstractas, aparece el razonamiento critico, funciona como transición  entre estadios, el ultimo estadio es el Positivo, se da en las sociedades más avanzadas y  solo se explica al mundo a través de la observación, rechaza cualquier conocimiento que no sea comprobable por medio del método científico.

Acumulación por Desposesión durante el Porfiriato
La acumulación por desposesión consiste en mercantilizar sectores de la sociedad, antes cerrados, para que el capitalismo pueda seguir enriqueciéndose. Esto a través de la manipulación del mercado por medio del sistema financiero, el cual funciona en base al endeudamiento, fraude y privatización. Tal fenómeno comienza a darse junto a la globalización. Todo esto  lleva al empobrecimiento de la mayoría con tal de que el sistema capitalista sea capaz de sobre llevar sus crisis.
La desposesión se ha dado durante toda la historia de México. Y los pueblos indigenas han sido los mayormente afectados, pues han sido despojados de sus tierras y arrebatados de sus riquezas  desde la colonización hasta  nuestros días. Pero es en el Pofiriato cuando la desposesión se convierte en un fenómeno que se da institucionalmente, es en esta época cuando por decreto se le permite a los mexicanos y a los extranjeros adquirir tierras ilimitadamente. Al mismo tiempo coincide con que es en esta época cuando en México aparecen los primeros atisbos de la globalización.
Así es como muchos pueblos indigenas fueron despojados de sus tierras con el fin de alimentar al sistema. La mayoría de veces estas tierras eran tomadas por empresarios que  construirían haciendas, minas o vías ferroviarias  donde los trabajadores serian explotados para incrementar la producción. Con la apertura del gobierno porfirista al extranjero, la inversión de empresarios estadounidenses, ingleses o franceses (por dar algunos ejemplos) incrementó a tal medida que la economía mexicana se fue haciendo cada vez mas dependiente de las decisiones del  extranjero. Esto se ve reflejado en que en los primeros tiempos del porfiriato, hacia 1884, las inversiones extranjeras en México ascendían apenas a 110 millones de pesos. En 1911 su monto se elevaba ya a 3,400 millones de pesos (Romero, 1989).
Por otro lado se trata de convertir al indígena en pequeño propietario privado. El gobierno de Porfirio Díaz suponía ser un periodo de crecimiento económico y modernización, esto solo es posible si toda la sociedad se ve inmersa en el sistema capitalista. Es por esto que la población indígena es vista como un obstáculo para la modernidad, pues siempre ha practicado formas diferentes de organización, es decir, forman un sistema diferente basado en la propiedad comunal y el autoconsumo. Por esta razón en el siglo XIX se promulgaron varias leyes que obligaban al indígena a entrar en  relaciones capitalistas, destituyendo a la propiedad comunal, para convertirla en privada.

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